El musical que recibió dos premios Hugo rescata el amor heterosexual u homosexual en sus mil formas y colores. La música italiana que se sucede a través de las distintas escenas recuerda a los memoriosos la década del ’60 y un pasado de sentimientos encontrados donde los aparatos telefónicos de distintas épocas, las cartas, las máquinas de escribir apelan a formas de comunicar como continuación de los cuerpos pero que, finalmente, hacen imposible la comunicación.

A quienes no conozcan esas melodías, los sucesivos cuadros les permiten sumergirse en un clima de cuerpos y miradas que se buscan, de caricias que se pierden... interpretados por cuatro talentosos actores y cantantes: Florencia Benitez, Nacho Peréz Cortés, Esteban Masturini y Emmanuel Robredo Ortiz con la dramaturgia y dirección de Valeria Ambrosio bajo la idea y producción de Kinucha Mitre. Tejiendo las historias, con su “Había una vez...” y recitando textos de Pier Paolo Pasolini o canturreando canciones eternas en la memoria, en un italiano comprensible para el hispanoparlante, la voz de Willy Lemos lleva al espectador de la mano por las diferentes historias montadas con la coreografía de Elizabeth de Chapeaurouge.

La música en vivo, con Matías Chapiro a cargo de los arreglos, dirección y producción musical, Juan Sak y Adrián Speziale, crea el marco a esta original puesta con iluminación de Ambrosio y Leo Gaetani.